Transformación digital en el transporte: Entre la vanguardia y la realidad cotidiana

La transformación digital en el sector del transporte se asemeja a las dos caras de una moneda. Por un lado, vislumbramos titulares llamativos y servicios exclusivos respaldados por tecnologías de vanguardia, gestionados por equipos de innovación. Sin embargo, en la otra cara, encontramos la realidad diaria arraigada en métodos heredados y herramientas tradicionales.

Lamentablemente, en este escenario, la cruz es más común que la cara. La mayoría de las empresas todavía operan con herramientas digitalmente primitivas. A pesar de estar en pleno 2023, muchas compañías continúan utilizando herramientas como Excel para la planificación de distribución, asignación de recursos y control de flotas.

Aunque los Sistemas de Gestión de Transporte (TMS) están presentes, la combinación de Excel y la toma de decisiones humanas sigue siendo predominante.

Es válido cuestionar este doble juego. Mientras algunas empresas proyectan una imagen de vanguardia tecnológica, la realidad revela un escenario diferente. Equipos de transformación digital e innovación a menudo enfrentan restricciones para llevar a cabo cambios reales o carecen de perfiles capacitados para comprender el impacto de la tecnología en sus negocios.

En cualquier caso, el uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Big Data, la Visión Artificial y el Blockchain es aún escaso, incluso en empresas que proclaman basar sus servicios en ellas.

Sin embargo, el cliente es el punto central. La pregunta fundamental es: ¿cómo afecta nuestra transformación digital al cliente? Para los cargadores, la respuesta es evidente. Aquellos en la industria deben cuestionarse esto, priorizando el cliente sobre el control de operaciones logísticas, donde a menudo se centra la atención.